Síndrome de parálisis ¿Por exceso de información?

A todas nos ha pasado que alguna vez quedamos paralizados  ante el exceso de información, que no nos dejan actuar, ni reaccionar. Simplemente nos dejan abrumados, no solo por la información de las redes, si no por los mensajes de nuestros propios familiares, las cuales muchas veces suelen ser pesimistas o devastadores  y el más fuerte de todos es nuestro diálogo interior. Ese sí que es fulminante.

Tenemos que mirar un poco lo que ha pasado en los últimos 20 años, donde ha ocurrido una evolución en la manera de comunicar o incomunicar. Tener más canales de comunicación ofrece más elementos de propagación de mensajes de todo tipo.Es una paradoja: Tenemos la tecnología y tenemos los canales, pero nos falta saber discernir cuáles son los mensajes que merecen ser leídos, los que son de valor para nosotros y nos permitirán realmente avanzar en pro de nuestras metas y sueños.

¡Tenemos que protegernos ante la información narcotizante de las redes y la velocidad…que al final nos paraliza! Y nos deja sin saber cómo navegar en ese confuso y agobiante mundo de la comunicación y las redes.n and networks.

Por otro lado, otra realidad que enfrentamos es acerca de la cultura del esfuerzo, la cual está muy denigrada, pero recordemos que es imprescindible. Esforzarse no significa que pierdas tu vida en ello, es simplemente poner algo de tu parte, como lector, receptor y ciudadano, es no dejar que todo ese ruido externo te afecte, Hay que protegerse, hay que filtrar.

El esfuerzo, al final, es un ejercicio de autoprotección. Nos hemos acostumbrado a que nos den todo hecho. Priorizamos el entretenimiento, el consumo de sensaciones, el consumo rápido, la explicación fácil por encima de otras cosas que exigen más de nosotros. Leer un libro requiere tiempo. Por muy bien que esté escrito, por mucho que te interese el tema, requiere que te abstraigas de todo el entorno y le dediques tu atención.

Cuando hay tanta cantidad de mensajes, cuando recibes gran cantidad de inputs, tantas cosas que pelean por tu atención, al final no  te quedas con ninguna; te quedas paralizado, no sabes qué hacer. Terminas convirtiéndote en una vasija en la que caen las cosas, y no tienes tiempo para el discernimiento. Esto lo podemos observar en medios como Twitter e incluso Instagram: pasa algo y enseguida estamos todos opinando sobre ese algo. Hay veces que me pregunto: ¿es tan importante lo que tengo para decir sobre esto? Tengo la suficiente información para opinar?¿Tengo claro lo que quiero decir sobre esto? ¿He tenido tiempo de pensar sobre esto? Nos hemos acostumbrado a una inmediatez que termina siendo muy perniciosa porque nos resta ese tiempo de calidad para reflexionar sobre lo que acabamos de leer, para comprenderlo y darle su justo lugar.

Estos dos últimos años en especial,  ha sido de mucha producción de información que se va superponiendo en capas y que no nos da el tiempo para digerir. Por un lado es fabuloso que exista tanta producción de conocimiento, por otro lado es abrumador porque no hay tiempo material para consumir todo eso, tienes que ser selectivo desde el inicio.

¿Esto te ha pasado a ti?  A mí me pasó  muchas veces, quedaba abrumada, exhausta, de tanta información. Una vez que buscaba algo en la redes era como si el dispositivo electrónico que estaba usando me leyera la mente y me llegaban infinitas informaciones, buenas y no tan buenas del tema…Y sabes que sí,  la Inteligencia artificial, sí te lee y abruma con datos una vez que entras en la selva digital de la búsqueda de información. Por ello es clave saber cortar, filtrar, y protegerte.

Entonces ¿Cómo lograr lo que queremos? ¿Cómo alcanzamos salir de ese espiral y lograr nuestras metas?

Empecemos simplemente por parar: Respira, Agradece, Suelta y Confía.

¿Confía en qué? O  ¿Quién? Confía en Ti. Pon en silencio el ruido externo, todo el ruido externo y el tuyo propio, ese pepe grillo, que no para a veces de sabotear tu mejor versión.

Filtra, aprendamos a discernir, seamos selectivos, calidad vs cantidad. Selecciona fuentes confiables, las cuales  de antemano puedas tener cierta confianza en sus juicios de valor, y sobretodo no demos por sentado todo lo que nos comunican, cuestiona, pregúntate, saca tu propia conclusión, al final esa será tu mayor fuente valor y es lo que te permitirá avanzar. Confía en ti  y empieza a darle vuelo a tus sueños.

Cuéntame tu experiencia, ¿Te has quedado paralizada por tanta información que no sabes qué hacer? ¿Te ha pasado?,  Te leo abajo.

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